La costra láctea es una afección cutánea bastante común en los recién nacidos, que puede ser preocupante para los padres primerizos. En este artículo, te explicamos qué es, por qué aparece y cómo puedes manejarla de manera adecuada.
La costra láctea, también conocida como dermatitis seborreica infantil, se presenta como escamas o parches grasosos en el cuero cabelludo del bebé. Es de color amarillo o marrón y, aunque su aspecto puede ser alarmante, no causa molestia al bebé. Este trastorno ocurre debido a la sobreactividad de las glándulas sebáceas, que producen una cantidad excesiva de grasa en la piel del bebé. Esta grasa adicional provoca la acumulación de células muertas, lo que resulta en las escamas o costras.
La causa exacta no está completamente clara, pero se cree que las hormonas maternas, que aún circulan en el cuerpo del bebé después del parto, estimulan la producción de grasa. Estas hormonas pueden desencadenar una mayor actividad en las glándulas sebáceas, resultando en la aparición de costra láctea.
Aunque la costra láctea puede desaparecer por sí sola, existen algunos métodos suaves para ayudar a eliminarla:
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La costra láctea no es dañina ni causa incomodidad para el bebé, por lo que no es estrictamente necesario quitarla. Sin embargo, si las escamas se vuelven muy gruesas o se extienden a otras partes del cuerpo, podría ser recomendable consultar a un pediatra, ya que puede estar relacionada con otro tipo de afecciones de la piel, como la dermatitis atópica.
La costra láctea suele aparecer en las primeras semanas de vida del bebé y puede durar hasta varios meses. En la mayoría de los casos, desaparece alrededor de los 6 a 12 meses de edad. Si la afección persiste después del primer año o empeora, es recomendable buscar orientación médica.
No, no todos los bebés desarrollan costra láctea, pero es bastante común. Algunos bebés pueden tener solo unas pocas escamas, mientras que otros pueden presentar una acumulación más extensa. Aunque es más frecuente en recién nacidos, algunos niños mayores también pueden tenerla.
No hay evidencia sólida que relacione la costra láctea con los alimentos que consumes durante la lactancia. Sin embargo, algunos expertos creen que una dieta rica en alimentos con alto contenido graso o ciertos alérgenos podría influir en la producción de grasa en la piel del bebé, lo que puede empeorar la costra láctea en algunos casos. Si tienes dudas sobre tu dieta o crees que podría estar relacionada, es mejor consultar a un pediatra o nutricionista.
La costra láctea es una condición muy común y temporal en bebés que, en la mayoría de los casos, no necesita tratamiento médico y desaparece por sí sola. Si tienes preguntas sobre cómo tratarla o cuándo consultar al médico, en Docokids estamos aquí para ayudarte. En este video de Instagram de Docokids, te explicamos más sobre cómo cuidar la piel de tu bebé y cuándo buscar ayuda profesional.
Si bien es probable que la costra láctea no afecte la salud del bebé, en Docokids, te brindamos el acompañamiento necesario para cualquier duda sobre la salud infantil. Te ayudamos a conocer los mejores cuidados, desde lo más básico hasta situaciones más específicas, para que disfrutes de esta etapa con tranquilidad y seguridad.
Escrito por: Valentina Puth